Entre las lecturas pendientes de este verano se encontraba Fierro, del gallego Francisco Narla (@FranciscoNarla) Durante la 81ª Feria del Libro de Madrid, en uno de los descansos de la firma de La memoria olvidada, tuve la suerte de poder conocer en persona al escritor, y que me dedicara la novela. Elegí esa de entre el extenso catálogo del autor lucense porque estaba ambientada en la Reconquista, en concreto en el siglo XIII, una época que me servía para ambientarme en mi siguiente proyecto, en el que ando inmersa desde octubre.
La obra cuenta la historia de Fierro que es, ante todo, una historia de superación y coraje. El personaje principal, y me atrevería a manifestar que casi único a lo largo de la trama, es un hombre solitario y arisco, que vive internado en el bosque con la compañía de su perro. El chucho, sucio y fiel, se convierte en el amigo más leal en quien confía el protagonista, porque la vida, y esa guerra interminable entre cristianos y musulmanes que agita y zarandea la frontera, le arrebató lo que más amaba. Atajador de profesión y cuidador de colmenas por necesidad, un día asiste sorprendido e impotente como su pasado llama a su puerta para reclamarle de sus servicios. Obligado por las circunstancias, confía en un viejo conocido de soldada, Ruy de Carrión, con el que compartió glorias y miserias sirviendo al ejército castellano. Este consigue convencerlo para realizar un último encargo para la vanagloria y suerte de Castilla. Nada es lo que parece, y Fierro se verá envuelto en otra guerra que ya no es la suya, y en un destino que desprecia tanto como a su propia vida.
Los últimos acontecimientos del personaje principal tendrán lugar en la tumultuosa batalla de las Navas de Tolosa, entre los ejércitos del califa Muhammad-an-Nasir contra una coalición de reinos cristianos integrados por Castilla, León y Aragón, comienzo oficial de la Reconquista. Francisco Narla describe con todo lujo de detalles los acontecimientos en este decisivo enfrentamiento, y el combate final entre el protagonista que ansía morir vengándose del traidor, y quien fue el responsable de que estuviese envuelto de nuevo en la guerra. Hasta la última línea no se desenmascara el final, y el autor lo hace con una maestría como solo lo hacen los grandes.
La editorial Edhasa (@EdhasaEditorial) publica bajo su prestigioso sello y dentro de su colección de Narrativas históricas, esta novela de 378 páginas cuya primera edición se remonta a noviembre de 2019. Con ella podrás sumergirte en cómo era la vida en la frontera entre ambos bandos enfrentados, y conseguirás sufrir con el dolor que atesora ese huraño atormentado, lisiado desde la batalla de Alarcos, que por más que intente esquivar su destino, acaba siempre rodeado de sangre y muerte. Fierro se verá abocado a luchar por su vida una y otra vez, aunque hace tiempo que ya no tenga miedo de acabar sus días y su deseo sea encontrarse al fin con su amada.
Francisco Narla me ha parecido un escritor de pluma elegante, y textos con un estilo único que rozan casi lo poético. La novela hay que saborearla a pequeños sorbos, como los pasajes que describen las escenas, pues las palabras juntas en forma de cuentos, como a él le gusta llamarlas, esconden mucho más de lo que manifiestan. He de reconocer que al principio me costó sumergirme en ese estilo de contar historias tan peculiar, pero a medida que avanzaba en la lectura del texto, más disfrutaba con esa prosa singular y esa manera de escribir deliciosamente única.
En conclusión, una magnífica novela histórica para leer en estos días de verano mientras disfrutas de una prosa excelente de uno de los escritores más reconocidos del género.
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