Hace justo un año que dio comienzo esta aventura. El 15 de diciembre de 2021 lancé al mundo la web y el Diario de una escritora. Como a estas alturas sabes, la labor de un escritor no termina cuando escribe la palabra fin en el texto. Ni siquiera cuando firma el contrato con una editorial tradicional, y los editores empiezan a hacer la parte que les corresponde para que el manuscrito consiga ver la luz. Esa fue la razón para embarcarme en este proyecto, el de intentar trasladar a los lectores todo el trabajo que hay detrás de una novela. Cada semana, sois muchos los que me acompañáis en las lecturas de las entradas de blog y en los relatos que hay a vuestra disposición en la web.
Como está finalizando el año, he querido hacerte partícipe de mis pequeños logros durante el 2022. La web alcanza a fecha de hoy las 2.575 visitas y un tiempo de permanencia medio en la página de 8 minutos y 20 segundos. Quizá pueda parecer un dato insignificante, sobre todo si se compara con los grandes y reputados escritores de este país con miles de seguidores, pero, para mí, es un verdadero regalo comprobar como las personas se toman unos minutos para leer mi entrada de blog, y permanecen en la página buscando nuevas lecturas. El Diario surgió con la idea de darme a conocer, crear una imagen de marca, que me hiciera buscarme un hueco en el difícil mundo de la literatura. Hoy puedo afirmar, con satisfacción, que se me lee en España, y en países de habla hispana como Argentina, México, Chile o Colombia, y también en Estados Unidos, Inglaterra, Sudáfrica, India o el mismísimo Japón. Como comprenderás esto es un orgullo grande que da alas a mi motivación para continuar trabajando.
Ha sido un año maravilloso, donde he cumplido varios sueños. Sostener entre mis manos La memoria olvidada es un sueño hecho papel con el que llevaba soñando desde que, con catorce años, escribí mi primer relato. Firmar en las Ferias del Libro era impensable hasta hace unos meses. Y leer las reseñas que están saliendo de la novela, un verdadero empuje a seguir con la misma ilusión y las ganas como hasta ahora y trasladarlas a los nuevos proyectos.
Estamos en una época donde todo son buenos deseos y la paz y la armonía se sienten en cada rincón. Aunque si bien es verdad, tendrían que acompañarnos a lo largo del tiempo, y no solo en estas fechas. Aprovecho para desearte lo mejor de este mundo. Salud, trabajo y amor. A ti, lector anónimo y motivo principal de mi trabajo y esfuerzo, gracias, mil gracias, por acompañarme y aportar con tu tiempo, un granito de arena en la montaña de ilusión que es hacerme escritora de novela histórica. Sin tu fidelidad, nada de esto tendría sentido. Los escritores no somos nada sin vosotros. Al menos para mí, sois lo más importante.
Feliz Navidad y que consigas todo aquello que deseas. Solamente hay que tener fe, y esforzarte al máximo para conseguirlo.
Nos vemos el año que viene. Si quieres.
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